Sentir la presencia de Dios es entregarle tu corazón e invitar al Espíritu Santo para que sea parte activa de nuestro día en todo momento. 

"Benignidad y gracia irán en pos de mí." Salmo 23

Dale los buenos días al Espíritu Santo y dile cuanto anhelas y deseas estar en su presencia hoy.

Todas las mañanas, antes que el alba llegue a las puertas de mi casa, le quiero decir a mi mejor amigo, el Espíritu Santo:

"Soy templo y morada para ti, te abro las puertas de mi casa para que mores en mi y poder llevar tu presencia a tantas personas como pueda en este día. Se claramente que si soy bendecido por ti, puedo bendecir a otros en tu nombre. Gracias Jesús por este hermoso y valioso legado que nos has dado hasta tu próximo regreso."

Quiero vivir cada día "Siguiendo a Jesús"