Al país de la más profunda de las noches, al país de las sombras y del caos, donde aun la luz se asemeja a las tinieblas.
—Job 10:22
El orden es una condición en la cual algo se mantiene libre de desorden o perturbación mediante estructuras, sistemas y protocolo. Cuando hay falta de orden, de rango o de cadena de mando; cuando no se tiene un protocolo; o cuando un código de conducta no se entiende ni se percibe, eso lleva al vacío y a la falta de propósito y de sentido. Si tu vida está caracterizada por confusión, conflicto, frustración o falta de dirección, de sentido o de visión, es un indicativo de que eres deficiente en el orden. Donde no hay orden, no hay luz.
Con tu palabra trajiste orden al caos. Dijiste: "Que exista la luz", y se hizo la luz. Que haya luz y orden en mi vida y en mi día. Una persona sin disciplina es como una ciudad sin muros. No bajaré mis defensas. Cierro cualquier puerta abierta que el enemigo pueda utilizar para frustrar mi día y mi futuro. Decreto y declaro que mi vida no está caracterizada por la confusión, la frustración ni la falta de dirección. Está marcada por la visión, el poder, el amor, la productividad y la intencionalidad. En el nombre de Jesús, amén.
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